La leyenda urbana y verdadera historia de “Phineas y Ferb” narra que la serie tuvo un origen tan sórdido y real —como la vida del hijo de Ortega Cano—
en 1993 en un desconocido pueblo ruso que ahora se encuentra
desaparecido. De entrada, ¡qué poca originalidad! Veamos, si es un
pueblo desconocido, desaparecido, en ruinas y enterrado por la nieve…
¿por qué el que escribe el creepypasta lo conoce? ¿Se lo ha inventado o
vivía allí? No hay más opciones desde luego… Luego llegan los trastornos
de una niña llamada Candace Flynn emulando La verdadera historia de Los Rugrats: padres divorciados, progenitor que no presta atención y hermanos mongoloides…
Uy, esto me suena. Para colmo de males Candace decide ‘inventarse’
historias de sus hermanos y es tratada por el Dr. Doofenshmirtz para
tratar la esquizofrenia… En fin, ni se han molestado en cambiar los
nombres ni ceñirse al guión creepypastoso por excremencia…
Candace es medicada, empeora, se hace drogadicta… ¿y al final se cambia
el nombre por Angélica, construye una máquina del tiempo y se muda a
EEUU? Por favor… un poquito de originalidad. Después, Candace escribe un
diario con las aventuras de sus hermanos y múltiples detalles pero la
dietilamida provoca que sus visiones sean lisérgicas y distorsionadas.
En el 2007 aparece muerta por sobredosis en su habitación junto con una
nota suicida y a uno no le salen las cuentas. Vamos a ver, ¿no estaba
desaparecido el pueblo, era desconocido y estaba en ruinas? ¿Fue
bombardeado por unos trolls o atacado por unos seres mutantes
devoradores de creepypastas y mucha tontería? No lo sabemos… pero sí
podemos afirmar, según la supuesta verdadera historia de “Phineas y Ferb” que no se cree ni un Teletubbie, que la perturbada madre de Candace vendió la historia a Disney Channel
estrenándola un año después y no llamándola ‘Desde Rusia con HAMOR’. La
historia es cutre hasta decir basta y completamente inverosímil…
En fin, “Phineas y Ferb”
tiene una verdadera historia pero no es nada increíble, ni
copy-pasteada, ni confeccionada con drogas, esquizofrenia o retraso
mentales como marca el manual del buen creepypasta. La verdadera
historia de “Phineas y Ferb” es más factible, viable y completamente verídica: el creador de la serie Dan Povenmire simplemente
fue abducido por alienígenas. Los extraterrestres le implantaron
mediante su avanzada tecnología las bases para propagar su colonización
venidera. Si uno se fija tanto en Candace como su madre y Phineas y Ferb
comprobará que ambos parecen adoptados y sus extrañas cabezas un claro
indicativo de proceden de otro mundo. Ambos representan la capacidad
alienígena de ofrecer un revolucionario nuevo cosmos tecnológico tanto
para el divertimento humanoide como para mejorar su modo de vida.
Candace representa a esos seres terrestres que han tenido contacto con
alienígenas y la serie quiere dejar claro que por mucho que traten de
hallar pruebas o buscar el amparo de credulidad materno, nadie les
creerá. Perry el ornitorrinco y esa organización (O.W.C.A.,
«Organization Without a Cool Acronym») es realmente el contrapunto
oscuro de la invasión y realmente sí tiene un acrónimo: O.W.C.A.
significa «Organization With Cools Aliens». La colonización
extraterrestre se realizará mediante nuestras mascotas a las que se
implantará un chip evolutivo que les permitirá una inteligencia superior
y artes marciales con las que combatir a ese Dr. Doofenshmirtz, que en
realidad representa el poder de los gobiernos que dictaminan el actual
destino del planeta. Si uno abre un libro de historia comprobará que las
mascotas entendidas como tal no existían sino animales para realizar
trabajos y no al servilismo de la compañía humana. Los alienígenas han
sido aquellos que han ido instruyendo al ser humano que debe tener
mascotas para así facilitar su plan de repoblación y asentamiento en la
Tierra y gracias a “Phineas y Ferb” los niños aplaudirán sus
inventos, llegada y no se asustarán de su monstruosa cabeza. En
definitiva, un plan perfecto… y una historia completamente real.
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